Leé primero:
Leo “Días y Territorios”, de Isaac Felipe Azofeifa. Comparto lectura con Gina Valdéz Orozco. Gina leyó este libro, probablemente, en 1972. Lo infiero por el año de reimpresión. Lo leyó para la UCR, eso dice en la primera página. Se nota que fue una lectura estudiosa. Está llena de anotaciones y apuntes que me dan la impresión de que esto es una lectura de Estudios Generales. Gina no hace comentarios personales ni tampoco subraya. Gina escribe datos. Información. Cosas que parece que alguien más le dictó.
Pero Gina dibuja. Gina interviene todo este libro. Lo llena de paisajes, de corazones, de rosas, de quetzales y rostros de mujeres.



¿Extrañará Gina este libro?
*
Yo sí lo subrayo. A mí no me interesa tanto si los versos de Isaac Felipe Azofeifa son endecasílabos o si hay un uso del encabalgamiento. A mí me interesa buscar la casa en este libro. En todos.
“Mi casa es este silencio rodeado de ventanas.
Esta mirada abierta sobre el mundo.
Es uno de mis rostros.
(…)
Mi casa ya no existe.
Nada queda que no sea este niño perdido
que consigo lleva aquel silencio,
aquella oscuridad iluminada,
aquel balcón de donde mira
estrellarse la muerte contra el sueño.”
-Esta es mi casa en ruinas, “Días y territorios”, 1969.
Mi libro favorito de Isaac Felipe Azofeifa es “Días y Territorios”. Es muy extraño decir esto sobre un autor al que, hasta hace 1 mes, no había leído nunca.
Ya me leí su poesía completa y puedo decir cosas como que “Días y Territorios” me gusta mucho porque parece abarcar una etapa medio darks de Isaac, con mucha aparición de la oscuridad y la muerte pero con una constante mención de la luz.
También puedo decir cosas como que “Cima del gozo” no me gustó nada pero por un tema personal porque no me gusta la poesía romántica que habla del amor como una cosa dulce, divina, casi celestial.
Me atrevo también a decir que Isaac tenía una capacidad increíble para inventar conceptos geniales. La frase trópico frío, por ejemplo, me parece una construcción hermosa y paradójica.
“Yo no aprendí esa voz sino su melancolía,
su corazón que arde en la rama del otoño
como un trópico frío”
-Largo mensaje a Chile por medio de Juvencio, “Días y territorios”, 1969.
Yo sigo sin entender la poesía.
Publiqué un libro entero para tratar de entenderla.
Para configurarme como poeta.
Me he presentado como poeta.
He leído con poetas.
Me han llamado poeta.
Y yo sigo aquí, esperándote, dijo Paulina Rubio.
Yo sigo aquí tratando de encontrar lo que sea que encuentran
quienes escogen la poesía como forma de vida.
Y yo estoy aquí, escribiendo estas prosas.
Migrando hacia el ensayo.
Hacia la crónica.
Hacia la historia.
Hacia el happening literario, como me dijo Jaen.
Yo sigo sin entender la poesía.
“Poesía es una trampa de la naturaleza
como el amor, para que la creación siga su curso
y por eso es también
una desesperada conciencia de la muerte”
-Crónica breve, “Vigilia en pie de muerte”, 1962.
Isaac Felipe Azofeifa fue uno de los más importantes intelectuales costarricenses del siglo pasado.
Esa frase no significa pero ni picha y estoy harta de leerla cada vez que quiero entender la vida de alguien que ya murió.
Me interesa más leer que Isaac Felipe Azofeifa es un nombre increíble. Me encanta la gente que usa su segundo nombre permanentemente.
Me interesa también que Isaac Felipe escribió unos libros de poesía realmente geniales, donde se nota un estilo propio que diosito y yo sabemos que es demasiado difícil de lograr.
Me conmueve que Isaac Felipe estudió en Santiago de Chile y que fue embajador en ese país. No sé si las sopaipillas ya existían en ese entonces, pero espero que se haya comido bastantes.
Me intriga que Isaac Felipe fue candidato a la Presidencia de Costa Rica pero de esto no quiero saber mucho aún. Quiero que alguien más me lo cuente.
Me obsesiona, por sobre todas las cosas, que en 1944 Isaac Felipe compró una casa victoriana esquinera en el centro de Moravia.
Seguí leyendo:
AHHH ese primer poema. Pff ahora tengo que leer a Isaac Felipe Azofeifa. Y a mi no me gusta leer poesía ey. ¿Qué me hiciste? Jaja.
Por otro lado, qué ternura los dibujos de Gina. Todo lo que quiero es que aparezca por acá y nos cuente de sus recuerdos de ese libro. Costa Rica es lo suficientemente pequeño.
Amo este cambio que ha ido atravesando la historia. Me encantan estas entradas más ensayo.